ABOGACÍA

Los ALSPs se revelan como una alternativa en la abogacia de los negocios para adaptarse al nuevo marco derivado de la pandemia

By 29th enero 2021 No Comments

Fundación Wolters Kluwer y Esade Law School celebraron la 31ª edición de sus Encuentros Profesionales para analizar los ‘Modelos alternativos de prestación de servicios jurídicos’ (ALSP por sus siglas en inglés: Alternative Legal Services Provider). 

Estos Encuentros se celebran cuatro veces al año desde 2013 con el objetivo de transferir a la comunidad jurídica el conocimiento y la experiencia de grandes expertos en materia de gestión e innovación aplicada al sector legal.

ALSP (Alternative Legal Service Provider) es un proveedor alternativo de servicios legales. Estos son operadores legales que ofrecen sus servicios de una forma diferente a la tradicional, con el propósito de optimizar resultados y costos.

Las ALSP son una forma diferente de prestar servicios jurídicos, funcionan como verdaderas empresas, su organización es plana y algunos países ya cuentan con su propia regulación. Contamos con los mejores abogados de startups con amplios conocimientos en las nuevas tecnologías

ALSP son las siglas de Alternative Legal Service Provider, estas son empresas que prestan servicios jurídicos, las cuales no tienen el modelo ni la forma jurídica que utilizan las firmas tradicionales de abogados. 

En España hay modelos como el de Samaniego Law, impulsado por Javier Fernández-Samaniego, Legal Army de Natalia Martos o el más reciente de Carlos Guerrero impulsor de Attolon.

Estas empresas centran sus objetivos en un tipo de trabajo que requiere estandarizar los procesos, revisar una gran cantidad de documentos, realizan los trámites para la propiedad intelectual.

Los avances tecnológicos y los entornos regulatorios han hecho posible ofrecer soluciones a los problemas legales a través de estructuras abiertas y más flexibles. En estas no sólo participa el capital humano formado por los abogados, sino también interviene la tecnología y profesionales de diferentes áreas.

Este modelo ha sido creado con el objetivo de proporcionar servicios jurídicos de una forma más efectiva y económica de como lo han hecho hasta ahora las firmas tradicionales. También para liberar a las asesorías jurídicas de grandes volúmenes de trabajo repetitivo.

En este tipo de modelo de abogados coexisten los abogados profesionales con otras profesiones como auditores, consultores o informáticos, lo que ayuda a ofrecer al cliente una solución transversal a su problema.

Debate de altura sobre abogacía

La mesa redonda virtual, inaugurada por la presidenta de la Fundación Wolters Kluwer, Cristina Sancho, y moderada por Eugenia Navarro, profesora de Estrategia e Innovación de Esade, contó con la participación de Ana Buitrago, Spain & Germany Legal Director, Associate Counsel de Amazon; Andrés Jara, fundador y CEO de Alster Legal; Natalia Martos, fundadora y CEO de Legal Army; y Laia Moncosí, socia fundadora de Lawyers for Projects.

Para Natalia Martos, al nacer digitales, con metodologías de trabajo altamente eficientes y herramientas que permiten el trabajo en remoto, estos modelos ofrecen una gran adaptabilidad sin perder la máxima calidad del servicio al permitir utilizar el talento relevante apoyado por la tecnología. “Es el modelo perfecto para la época que estamos viviendo de pandemia y crisis mundial frente a modelos más apalancados”. 

Por su parte, Ana Buitrago destacó  la necesidad que tiene el mercado legal de modelos flexibles. Los ALSP aportan flexibilidad a la composición de los equipos y la duración del secondment, tecnología y un valor diferencial: “estos proveedores externos son muy útiles para proyectos concretos.

Desde su punto de vista “ permiten incorporar temporalmente talento con experiencia previa inhouse, con conocimiento específico en determinadas materias, entrenado para integrarse rápidamente al equipo interno y adaptarse a las necesidades del cliente”. 

Para Buitrago, la tecnología que aportan es un valor añadido único ya que “muchos despachos no la tienen y tener proveedores que la integren en los sistemas de la compañía y a la vez formen a tu equipo es un valor añadido excepcional”.

Reducción de costes y bajo riesgo 

En su intervención, Laia Moncosí aclaró  la diferencia entre Legal Managed Services y Legal Process Outsorcing, categorías de ALSP que tienen en común la búsqueda de eficiencias y la reducción de costes. 

“El LPO normalmente lleva asociado un riesgo bajo o medio y de alto volumen. Por ejemplo, la revisión masiva de contratos”. 

Para esta experta, Los LMS van un paso más allá: “son proveedores de servicios delegados, asumen una unidad concreta de una asesoría jurídica, que se asume como propio, se dota de recursos y se gestiona en su conjunto. Por ejemplo, la gestión externa de los litigios de una asesoría jurídica”.  

“El modelo ALSP genera una manera muy distinta de aproximarse al cliente”, explicó en su turno de palabra  Andrés Jara. “Es un servicio B2B de asesoramiento a empresas, con un nivel de sofisticación que les permite ver el valor añadido”.

En su opinión, “ Esto supone un gran cambio para el prestador de servicios legales que puede encontrar barreras “si no somos capaces de transmitir el valor generado y ser transparentes”. 

Y recordó una famosa frase de Mark Cohen, CEO de LegalMosaic, abogado y profesor de Derecho en Estados Unidos: “Hay que entender que el mercado lo domina la demanda. Quien compra el servicio manda”.

Por @LuisjaSanchez, Periodista Jurídico

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